Me encontraba en la fila de un banco, el cual estaba muy lleno, había gente en todas partes; niños corriendo, gente hablando por celular, llenando papeles y otras cosas. De repente llego una señora con actitud imponente y se puso en la fila que yo estaba, quedo a cinco personas de mi pero de un momento a otro la llamaron de la ventanilla y le hicieron la transacción. Por ahora iba bien pero me di cuenta que atrás de mi había una señora en estado de embarazo.
No pude evitar mi mal genio, le dije a la señora que por que no pasaba y no hiciera fila pues lo mas normal es que a los ancianos, las embarazadas y las mujeres con niños en brazos tienen prioridad, ella apenada tan solo me contesto: Yo siempre hago la fila, nunca han tenido prioridad conmigo.
Yo reflexionaba y era increíble que una persona en perfecto estado físico pero con influencia fuera más importante que una mujer que lleva doble peso en su cuerpo.
Este caso es mas común de lo que uno espera; pasa en los autobuses, los bancos, etc. y nadie se pregunta ¿en donde esta la cultura ciudadana? Creo que la urbanidad de Carreño se quedo en la biblioteca de nuestras casas llenándose de polvo y amarillándose las hojas.
Tal vez es momento de reflexionar y poner nuestro granito de arena cambiando de actitud.
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